domingo, 28 de febrero de 2021
Miércoles de ceniza
En este día tan especial, nos hemos reunido durante muchos años los amigos de la comunidad de Alenza para recibir la ceniza y para meditar con calma en cómo relacionamos nuestra vida con la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
“Eres polvo”, pero has nacido del amor, y “en polvo te convertirás”, pero sabes que resucitarás. Vivimos momentos de desconcierto brutal y el entorno que nos rodea puede desanimarnos, pero en nuestro interior sabemos que es tiempo de esperanza, una esperanza exigente, laboriosa, paciente y capaz de lograr de conseguir lo mejor de nosotros mismos y de los otros.
Año tras año hemos celebrado el miércoles de Ceniza, el inicio de una preparación personal y comunitaria de nuestras actitudes personales, de nuestra manera de ser y de actuar, de nuestra capacidad de ayudar y acompañar. Cuaresma constituye la memoria de nuestra reserva moral y espiritual, recordamos las gracias recibidas, unidos a toda la creación y a todos los seres humanos.
Todos los días elegimos entre ser samaritanos o viajeros indiferentes que pasamos junto a los necesitados sin mirar ni preocuparnos. La pandemia que sufrimos puede enroscarnos en nuestro egoísmo o ayudarnos a salir de nosotros mismos para preocuparnos de los demás. La muerte cercana nos iguala, nos asocia y nos ayuda a preocuparnos de los demás. Todos dependemos de los otros. No estamos solos, el Señor nos precede en nuestro caminar removiendo las piedras que nos paralizan.
El Señor con su cercanía y novedad puede siempre renovar nuestra vida y la de nuestra comunidad.
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